yito

A Luisa Mericia Zurbriggen de Müller

 

 

Mi madre no es cualquier madre

tiene nombre y apellido

el suyo y  el del marido

al que un día hizo  mi padre.

Aunque no a todos les cuadre

no hay madre como la mía. 

Dios quiso que hubiera un día

quien hablara por su boca

La puso a ella por roca

para darnos su alegría.

 

Ella lleva  en su mirada

aquello que ven mis ojos.

Sabe de sueños y enojos.

Es la luz de la alborada.

No existe poesía rimada

que describan sus caricias.

Todo en  su ser es primicias

pues ella es parte del cielo.

De un ángel tiene su vuelo

y del Edén sus delícias .