Mi cuerpo arde
Se enerva mi carne
Con los besos dulces
Los besos salvajes
Que despiertan el deseo
Que me arrastran a amarte
Y en contemplación desnuda
de mi bello amante
Que conmigo complementa
Esta errupción de fuego
Y las moras silvestres de tu aliento
Con delicadeza y suavemente saboreo…
Alargando y disfrutando el placer
que me produce la entrega
Y me endulzan la mente
Y se adueñan de mi sentimiento
Y penetras los escondrijos de piel
Que sacian tu deseo y tu hambre
Y en un excelso y supremo éxtasis
Nos convulsionamos… descansamos
Con las caricias en ciernes en nuestras manos
Para empezar de nuevo con el rito sagrado
Y la noche vuela, huye despavorida
De las ansias dormidas
de en los brazos del amado
para siempre desfallecer
en un amar libre y sublime
de exquisito placer….
Carmen Lidia Feliciano Flores
Abril 16/2010 8:50 AM
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