Opongo una fuerza insensata
Ante la trama de este mundo:
Como si pudiera desasirme de los hilos
Que me escuecen a una guirnalda de cumpleaños siendo niño,
A las paredes fibrosas de mis órganos apostillados,
Al exilio sorpresivo ante el espejo.
Trato, en vano, de reparar la curvatura
Del gesto en la fotografía;
Intento, impetuoso, distender el golpe
Que agrietó el vacío de tantas memorias.
Redundo mi táctica antagonista,
No puedo más frente a mí mismo y sin embargo
Me tuerzo el brazo hasta exponer mis fracturas.
Sopeso mis desacuerdos,
Cavilo mis ironías
Y me descubro tan en contra
Que es casi un encuentro.
Fastidiado, descanso en lo fino de los objetos
-Como la baba en la almohada-
Sutilmente adherido sin ser parte,
Queriendo perpetuarme en una rivalidad cualquiera
Contra tu cuerpo, por ejemplo.