Soy la sombra de tus pasos
y en tu inquieto cavilar,
la razón de tus insomnios...
Me detengo plena y sabia,
en el centro de tu alma...
Me ahogo en tu pecho,
y respiro con tu aliento...
Vasta tu espalda,
que se posa en mi lecho,
perfecta, suave, infinita...
Y en el oasis de tu desierto...
sacio mi sed y descanso.
Se me pasan las horas
descubriendo tus rincones,
prolongando los minutos,
sin dejarte ya partir....
Increíble...
No quieres irte ya.
Te completo con mi piel,
se estremecen tus entrañas...
Ay,amor!
Tus ojos, mi reflejo...
y la ternura de tu voz...
Toda yo, todo tú,
desandando los pliegues de mis sábanas.
Oh, locura!
Te rodeo con mi alma,
y en mi pecho te recuestas.
Paraíso de tu piel,
extendido entre mis brazos...
Oh, locura! Ay, amor!
Toda yo, todo tú
y el destino que nos une.