Corazón ancestral de ya varios años
hoy ya no tiene la fuerza
para evitar el desborde de su depresión
que alocada grita y grita para salir.
Grita y grita pues ya no queda espacio,
su mente se ha llenado.
Depresión maldita, como larva que era,
tanto tiempo en cobijo que estuvo,
más depresión no era.
Como flor en primavera floreció y
como luna de invierno al cielo se alzó.
El capullo reventó,
y toda ruta al cerebro se perdió.
El recipiente que daba vida, que daba amor,
ya no tiene vida y ya no tiene amor.
La depresión a mi abuela mató.