TODO SEA POR LAS OVEJAS.......
Al norte de un variopinto país existía un fértil valle coronado de montañas, a un lado rocosas y escarpadas, al otro ,de perfil suave y tapizadas de follaje verde.
Existían en él varios rebaños de ovejas que, aunque mezcladas parecían iguales, cuando se las veía una a una eran muy diferentes entre sí:
Unas tenían una preciosa lana suave y rizada , y se paseaban muy tiesas, luciéndose, como unas “señoritingas” como diría mi abuela.
Otras tenían un pelaje áspero , quebradizo y largo, pero tenían músculos firmes y eran incansables buscando pasto.
Y finalmente , había otras , de carita negra , que balaban poco y gustaban de los pastos más verdes
Antaño, estos rebaños pertenecían a distintos amos, pero hete aquí que por mor de herencias y casamientos y un compra aquí y vende allá, en el momento de esta historia pertenecían a un único Amo y Señor
Eran guiadas por perros pastor , porque bien es sabido que las ovejas suelen ser remolonas y un poco atolondradas, y se pierden con facilidad…
Los perros -pastores , las guiaban, las llevaban a los pastos más acordea a sus preferencias , las recogían para acompañarlas al redil pero sobre todo las protegían de los lobos malignos que siempre estaban acechando.
Pero con el devenir del tiempo los perros se hicieron caprichosos, se mostraban indolentes y a veces agresivos ,las maltrataban, y peleaban entre ellos para conseguir el favor del Amo y Señor.
Un pastor había recogido a un cachorro casi recién nacido .Le llamó la atención porque parecía frágil , pero miraba nerviosamente a todos lados con unos ojos vivarachos. Tenia la cabeza con largos pelos negros que le llegaban hasta el lomo .Lo llamó BLO , más que nada, porque a los otros perros les llamaba BLa, Ble y Bli.
Le enseñó las artes del pastoreo, a distinguir los gustos de las diferentes ovejas, y BLO aprendía rápido.
Y hablaba con las ovejas, que le explicaban sus problemas :
- Los peerrooos noooo nooos dejan coomeer a guustoo, decían las señoritingas
- Sólo quieereen buuscaar comida para eelloos, balaban las peliásperas
- Y que el aamo les acariiicie y les dée buenos hueeesos!!!!!!
- Y no noos proteeegen de los loobos. Varias ovejas han muerto entre sus fauces ……
Este clamor escuchaba BLO procedente de todos los rediles : de las señoritingas , las peliásperas y las carinegras.
Todas por igual, con sus diferentes balidos y formas, decían lo mismo.
Y BLO sintió que él debía cambiar la situación , que él podía hacerlo.
E iba de un redil a otro, de un rebaño a otro y les ladraba :
- ¡¡Yo puedo ayudaros!!. Si me escucháis , entre todos podemos mejorar las cosas….
Y se acercaba a los otros perros , que le miraban con recelo, gruñendo :
- Pero ¿qué estás haciendo? . Nos estás fastidiando…
Deja de hablar con esas tontas ovejas…
En vano trataba de explicarles que se estaban portando mal, que esa no era la conducta esperada en los perros pastores, siempre tan nobles y trabajadores….
Pero un día luminoso de Primavera temprana , mientras las ovejas pastaban tranquilamente , se acercó un lobo.
Los perros pastores no lo vieron venir porque cada uno de ellos se afanaba en sus cosas: rascarse la barriga o buscar huesos que roer entre las piedras, o ir a la caza de pequeños roedores..
Sólo BLO estaba alerta y corrió al alcance. Consiguió llegar en el momento en que iba a capturar a una peliáspera y le dio una dentellada. El lobo se revolvió dolorido y le dió un zarpazo que , con el pequeño tamaño de BLO , le lanzó al aire y cayó sobre una piedra puntiaguda que se clavó justamente en su corazón...
En el mismo instante en que la peluda cabeza de BLO , caía fláccida sobre una alfombra de chiribitas, sesenta leguas al sur del valle, veía la luz por primera vez un pequeño ser humano .
La gente dice que nació con un pelito oscuro que le caia por la espalda , como una coletilla y que en vez del llanto enérgico y contundente de los recién nacidos humanos, profería unos chillidos entrecortados como si fuera un cachorrillo…
Pero no sé si creerlo......