Solo, estaba en un desierto,
En la nada me perdía,
Se nublaba el cielo abierto
Se acercaba la agonía;
Me sentía casi muerto,
Triste ocaso a la alegría;
Mas, de repente te advierto
Y escucho una melodía:
La esperanza nunca muere,
Es ilusión el dolor,
No existirá mal que hiere
Si conservas el valor
De luchar por quien te quiere:
Nada derrota al amor…