Somos la herejía. Herencia y tradición,
la evolución de la existencia nuestra,
Los Andes, el sinsonte con su cresta
la Pampa, el mar Caribe, el ombú,
y el oro… todo, el que robaron del Perú,
y las almas que cobraron por América.
Somos aura de águila real y cóndor andino,
de la vicuña, del hornero, los colores del turpial,
el corazón del puma, el huemul, el canto del quetzal,
la pasión y la emoción escrita con puñal
con energía visceral en cada letra, en nuestras letras,
esta manera sanguínea de decir lo que sentimos,
lo que pensamos, lo que se grita y no se abrevia
que somos uno, que somos pueblo latinoamericano
y que jamás nos volverán a conquistar con su soberbia.
Si nuestra voz comienza a molestar,
nos han oído.
Ya hemos dejado el sello en el umbral.