LA VIEJA ENCINA
La tarde se resguarda del calor
bajo tu casta sombra encina vieja,
la brisa que se acerca y da frescor
a este tronco que lleva sabia añeja.
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Es tu gracia un lugar acogedor
para el mirlo que busca su pareja,
y este verde castizo y seductor,
con tu nombre en el prado se refleja.
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Eres pues campesina y castellana
la hermosura otoñal en la colina,
a pesar que la piel se muestre anciana.
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Y un gran sol que sumiso se te inclina,
va dejando de forma cotidiana
el calor a tus pies mi vieja encina.