Pepe Pnca

105. RELATO

 

 

 

V

 

 

 

Los autos se estacionaron a la entrada de aquella gran finca. Los dos hombres dueños de la casa mostraron la casa y luego de unos minutos decidieron irse finalmente, pero antes de hacerlo dieron las ultimas indicaciones a los huéspedes, haciendo énfasis en no tratar de abrir la puerta secreta; el hombre mas viejo al fin entrego las llaves de la casa a Manuel y se despidió mientras salía, el otro hombre se despidió y miro fijamente a los huéspedes, David y Manuel los acompañaron a la entrada y permanecieron un rato afuera.


Manuel y David hablaban muy entretenidos al entrar a la casa, mientras las dos mujeres se habían dirigido a la cocina a preparar una muy liviana cena. Los dos jóvenes hombres se sentaron en la sala y preguntaron a las mujeres ai querían que encendieran la chimenea, lo cual hicieron. José Manuel mientras tanto correteada por toda la casa, mientras su joven madre intentaba que no se fuera a golpear.


Ya entrada la noche Lizeth y su compañero (David) decidieron ir a descansar y se despidieron de Manuel y Angie, se dirigieron a su habitación la cual daba muy cerca a la gran sala. José se encontraba en brazos de su madre quien intentaba que el niño por fin se durmiera. Manuel mientras tanto intentaba apagar la chimenea para también irse a dormir. al fin Angie rompió el silencio:


- Nosotros tambien iremos a descansar, ¿vienes? Manuel. - Le pregunto a su esposo.


- No cariño, voy a revisar que todo este en orden luego iré contigo. - Repondió Manuel.


Al quedarse solo al fin en aquella gran casa y completamente a oscuras, recordó las ultimas indicaciones que el hombre mas viejo le había dado \"recuerden por ningún motivo intentar abrir la puerta que da al final de l corredor, la mantenemos cerrada y es mejor que permanezca asi\". Llevo su mano al bolsillo de su pantalón y saco las llaves las miro muy de cerca y empezó a mirarlas una por una habían 5 llaves en el llavero y solo podían usar cuatro las cuales sabia cuales eran por que los dueños antes de irse se las habían dado a conocer. La ultima llave - pensó- es la de aquella puerta - se dijo.

Permaneció otro rato sentado pensando y tratando de entender porque aquella habitación debía permanecer cerrada. Se preguntaba sobre los misterios que habían detrás de aquella puerta. Al fin decidió apagar las luces que aun quedaban encendidas y al quedar en tinieblas, dirigió de nuevo su mano al bolsillo del pantalón donde llevaba las llaves, volvía a sacarlas y se dirigió hacia la misteriosa habitación.

 

Continúa...