NUNCA CONSIGUE LO LLEGUE A OLVIDAR.
El amor que en mí siento, no es entre cálido ni frío; sólo es…
¿Cómo explicarlo?... (sé, que nace de un suspiro)… ¡Es que quema!... como del
sol sus rayos, y a su vez se sobrecoge como en invierno el agua de un lago.
¡Crece y crece paulatino!... se presenta sin pretexto ni pedir permiso alguno,
porta aromas que fugaces traen sosiego a lo divino.
Y es con fecha que mi pecho alberga de tal suerte, que la dicha de mis gozos
bien sereno ve cumplidos…
¡Tanto más que sólo es mío!; digo yo... este amor que así tan fuerte consigue
forjado vencer al acero, y entre ternuras templado por seguido acuñado
ser firme al deseo...
Brotan por él y son en vehemencia, pasión sin desdén con briznas de amor, y
aun al destino pretenda separar tal delirio, no deba ni pueda poner a sus
pruebas fuerza alguna en tal unión.
¡Mas constante yo siento! de mi alma este amor al fervor que deseo y reiterable
declaro, y en sí he sincerado por él mi afición.
¡Eterna… aun si no pudieran mis ojos ver, o completa... aun sin poder besar ni
de su boca dulce néctar beber!.
¡Mas sentirlo así!, será de ley, por este amor que me habita y deseo liberar
tanto como lo que solicita mi ser respetar...
Porque sólo sepa este amor lo que humilde y ocioso en mi sentir le diría,
y así es tanto le digo yo:
\"¡Jamás seas ni pudieras ser alcanzado a olvidar!, mas moras en la mente cada
mañana, e resurges de cada nuevo e profundo mío despertar. Estás en mi
corazón, del día cada segundo, ¡más sea y es del fervor como es amor éste!
que a mi alma hace grande... Y siente que honrosa sin tipo alguno de a porfía,
tórnase pletórica porque eterna sea su compañía…
Que a cada latido nuevo se asienta en mi corazón; ¡y es que son todos!... míos
latidos pulsados en tan mesurado y excelso amor.\"
Este amor que yo en mi siento, ya no sé ni cuanto, ni más; ni sé en ocasiones
cómo explicar; lo que si sé... es que ni aún esta raposa y bravía distancia...
NUNCA CONSIGUE LO LLEGUE A OLVIDAR.