Un torbellino
se desliza por mi lengua
arden mis sentidos
sangra lentamente
el vacío de lo inexistente
me oprimes el pecho
con lo turbio de la noche
con recuerdos de ausencias
y las sombras que lo habitan
pueden mis entrañas
entrar en razón alguna
cuando sedienta
bebo de otras letras
fantasmas y dolorosas
que son como veneno
quemando mi garganta
puedes verlo claramente
en el ocaso verde
en el suspiro perdido
y entre palabras no dichas