A las manos de mi madre...
Hacia aquella ruda mesa,
que alimenta con destreza,
esa ruda tiesa que los llantos
y contiendas; sometía con su
ofrenda
Triste de forma y color,
aroma viejo de los pases.
Que de fiambre llenó mi madre,
a mi hermano y su mayor
Rota y ruidosa chueca,
plana como meseta,
que entre comidas y
glorietas; el estómago
aplacó
Dichoso por mi madre,
con sus manos incansables;
a mi vida dió valor. Ella musa
roja, que de lucha entre las horas;
a parido éste Yo...
Wiston Llovera