Gaviota de alas quietas
el aire le complace galante,
en su serenidad majestuosa
va a sus incorregibles lares de inquietud,
encuentro de olas y piedras,
con su blancura envuelta en aguas intrépidas.
Rasante búsqueda y huida
pico saturado, presa que ya es bocado,
descansa el ave de ojos prevenidos,
remos y proa surcan cercanos,
incitan el vuelo repentino.
Solitaria pescadora confundida de nubes,
tijeras afiladas y brutal caída,
se dirige al cardumen travieso,
que forma arcos de brillantes escamas
en la permanente sobrevivencia heredada.