Christian Aharon

La puerta


Escuche toquidos, vi señales.
Mi corazón acelerado, mis ojos, manos, pies;
todos mis sentidos se posaron en el ruido:
de tus pasos, de tu voz, en el movimiento de tus piernas, en tus ojos, en tus labios que gesticulabas.
Y yo escuchando toquidos, intentando atender, pero ya estabas dentro.