Guardemos los días entre mis manos,
por siempre,
para que no marchen por la vida vacías
sin el contacto de tus caricias y sin tu alegría,
con el recuerdo que llegaste a esta vida,
esa vida que me cobija entre tus brazos
y me consuela con una mirada tierna,
con todo ese amor refugiado para los dos,
en el silencio de la soledad buscas mi hombro,
llenando de dicha mi vida;
esa dicha que radia la vida sin esconder
su rostro entre las sombras,
sin dejar opacar el benévolo amor por oscuridad
alguna… de ningún vestigio del día y de la noche.
----romo --- 2016 -- Colombia