EL HIJO AUSENTE
...y se quebrare el alma al dolor maldito
¡Ay! ¡Quien huir pudiera del dolor que ilustro,
si es el hijo amado que quedó proscrito,
que marchóse de noche a tan triste claustro!
Nos tembló la vida la cruz del dolor,
conmovió la causa del hermano ausente;
al hogar las flores, el llanto, el pavor.
En la faz marchita va el llorar torrente.
¡Lagrimas! ¡Lagrimas! Al llanto nos atan,
nos duele el silencio del amigo eterno,
coronas y esquelas temblores delatan;
al padre, a la madre el ¡abrazo fraterno!
Es triste el consuelo con ayes amargos
y se llora en la noche al hijo que, ausente,
de al hermano amado ¡tan tristes letargos
dolor en las almas, la pena inclemente!
EL CANTOR DE LA LUZ Y DE LAS SOMBRAS
DERECHOS RESERVADOS