De espacio, con pies de lana, camino con todo el cuidado, para no despertar mi tiempo. No quiero que termine pronto. Quiero ir más allá, aun me falta hacer muchas cosas que, por pereza, olvido e por dejar para más tarde no hice.
Sola no las podré hacer. Un poco de suerte necesito. Son sencillas, normales, como estar presente en años próximos e ver cosas ya terminadas, que ya empezaran a hacerse.
No sé si los otros piensan e hacen cuentas por mí siempre atenta e realista. Pienso siempre en positivo e creo que un cambio grande e bueno vendrá ponto como los malos que vinieran e estropearan el ser humano e nuestro entorno. Los monstros de hormigón quedaran, lo que estropearan en nuestras ciudades también, pero quedamos nosotros e mismo en esta triste sociedad, aun podemos ser un poquito más felices.
Por lo que trabajamos, sufrimos, amamos incondicionalmente, por la Familia, amigos e desconocidos, tenemos derechos que la juventud aun no la tiene. Primero tendrán que envejecer, sentir en la soledad, indiferencia, estorbando, estando a más. RELIQUIAS QUE SOLO EN EL TRASTERO DONDE SE PONEN COSAS INUTILES ESTARIAMOS BIEN.
Pero no vamos a ir. Quedamos en nuestro sitio, porque tenemos derecho a él y nadie tiene derecho a quitarlo.
Con pies de lana sin ruido, me muevo sin que nadie se dé cuenta viviendo a mi gusto, sin oír, sin hablar, amando en silencio las alboradas, los ponientes, los abrazos con cariño que recibo. Los besos que recibo e devuelvo. Sintiendo, la crema fresca e perfumada que con mis manos envuelvo mi cuerpo. ¡Recibiendo piropos que aún me dan sobre ser elegante e por colmo que soy bonita! Delicada, maneras dulces, saber estar e aceptar los otros en su rudeza, sin dar muestras que me dan lastima, consigo pasar parte de mis noches entre ellos en este haz de cuenta que convivimos. Ya tengo mi rincón para relajar e al volver a el olvido con quien e como fue. Hay excepciones, muchas, gracias a Dios. Buenas amigas y amigos, no como antes de toda la vida, pero unos se van otros vienen. Es la vida.
El mes que viene noviembre, la luna llena será mui grande, como la que pasó. En el balcón en una taza llena de agua, voy a poner unos papelillos con mis deseos, a ver si al día siguiente alguno abrirá. Como lo hacía en mi juventud. Con estas cosas sin sentido no me despego de mi como si el tiempo no haya pasado.
Sin anhelos ni ilusión la vida no tiene sabor. Yo la quiero saborear en toda su plenitud. Piensen lo que piensen, no importa aquí solo yo importo. Para mi e para quien me acepta e me quiere con respecto e cariño soy algo más que reliquia sin valor.
Porto,20 de octubre de 2016
Carminha Nieves