Cada que mis ojos
buscan tus palabras,
un silencio absorto
me embarga.
Silencio nacido
de la sorpresa,
de la admiración,
del deseo.
Y en estado contemplativo,
voy repasando una a una
tus palabras y en renovada
alquimia,conviertes
mi cansancio en ganas:
Ganas de verte,
ganas de tocarte,
ganas de amarte.
Ganas de besar
tu nombre y mientras
muerdo cada trazo,
cerrar mis ojos y
en un giro inesperado,
llenarme de tu aliento
y de tu cuerpo.
Ahhhhhh, mi amada,
Cuántas cosas deseo
cada que mis ojos
buscan tus palabras.
Alma Erótica
José Luis Agurto Zepeda
Managua, Nicaragua
20 de octubre 2016