Tu amor fue una copa que mi calor rompió
y el vino derramado es mancha, mal presagio
que enturbia los linderos de nuestra piel recíproca.
Fragmentos, vidrios rotos, estrépito, dolor
laceran nuestras manos, alejan nuestros labios
izados y rendidos en combustión equívoca.
Mi amor para tu cáliz ha sido un mal licor.