Conocí a una súcubo altruista que se ofreció a sacarme de la cabeza aquel ángel malvado y a su nuevo amor eclesiástico, que me dijo con cierto tono irónico, adiós.
No tenía sentido mi amor, y por despecho me entregue entero a una diablesa que en cierto modo era una belleza. Pero ¿a que precio debía pagar por estar con ella? No conseguía desmarañar la treta de tan generosa ofrenda. Por afán de conseguir mi vendetta cerramos el trato con el beso palpitante y un pequeño mordisco escondido.
En poco tiempo, mi ángel malvado se sorprendió al ver que yo no la buscaba, y se inquietó al saber que los besos de una amante me tenían enardecido, su celos la controlaban y en busca de mi mirada, dejo a su amor en la misma nada.
Al encontrarnos los tres la mujer diablo soltó mis labios, dando por finalizado nuestro trato desapareciendo sin dejar rastros, el ángel tomó mi mano sacándome del trance causado por aquella enigmática belleza.
Creí ser feliz con un ángel a mi lado pero con el tiempo me di cuenta de lo que me habían cobrado, en cada sueño siento los besos alados de la mujer diablo, en cada noche de amor de su cuerpo me a acuerdo, me castiga a todo momento, ahora sólo me encuentro, alucinado sin sentirme parte de este mundo mundano entierro el puñal en el costado derecho,ahí donde late mi ser deseando volver a sentir que ella muerda mis labios otra vez. Con lo ojos entrecerrados veo que se posa a mi lado,y me ofrece un nuevo pacto, sonrió, trato cerrado . . . FIN
Lean Conte