Me azota una sombra, me levanto, me arrastra, es muy fuerte, potente, eminente.
Desvelo mi conciencia en el que debio.
Me fatigo. En aquella obscuridad lo unico cierto eres tu:brillo. De hecho yo y tu, mas bien,
mi recuerdo de ti. Eres Tu, dama Posibilidad; lazarillo, guiador.
Quiero despertar. El negro es denso, nada es real. En la muerte ni pienso
la -vida esta, es; me dice: extrañame, y se va.
Tu sonrisa resuena en eco inverosimil y sublime, en son de eternidad.
parece que no termina, que nunca se esfumara, pocas cosas perduran
y esto es demasiado lento; me pesan como horas los segundos y, al parpadear
las estaciones de mi vida pasan fugaces.
cabello corto, de hongo; sonrisa bella, risueña,
risa fingida, tan real.
Balderrama beltran.
Que insensatez. EScuche a un perro. Me olio a marihuana y gasolina.
Esto es la gruta de la eternidad, un lugar en mi interior, en donde habita la paz
la guerra es amiga, ahora solo se da personal, te hace pensar.
Lanza contradicciones, es estrella fugaz; dura poco, se establece en la necesidad.
¡Me mordio!, ¿perra?, senti una pedrada, vislumbraban mis hasta entonces
inutiles ojos gotitas de luz, ¡NO!, es otra cosa... mientras las palabras se esfumaban,
las imagenes faltaban y mi conciencia se alejaba, solo pude fruncir el ceño...
Y desperte
en un raro recuerdo
de aquel sueño mortal
entre cuerpos y rocas
era un hospital
despues del asedio
de un terremoto natural.