Tu cuerpo al viento.
Y me hice viento.
Y fui el viento que abrazo tu cuerpo.
Y me hice humano, y soplo el viento
y me echó del fuego de tu cuerpo.
Y me hice fuego.
Y fui el fuego que hizo arder tu cuerpo.
Y me hice humano y ardí en tu fuego
y me consumí en el tiempo de tu cuerpo.
Y me hice tiempo.
Y fui el tiempo de mil y una noches en tu cuerpo.
Y a la luz de tu cuerpo se me fue el tiempo
y, simplemente me rendí a tu cuerpo.
Y no fui viento ni fui fuego ni fui tiempo.
Y no fui yo, simplemente fue tu cuerpo
el que fue viento y fuego y tiempo
y quien lo puso todo, fue: ¡tu cuerpo!.
Simplemente, ¡tu cuerpo!.
Y yo, simplemente navego en tu tiempo
y en tu fuego y a tu viento
y en mi vela mi aire es el aire de tu cuerpo.