Fulgor etéreo y divino
arropa al cielo con su manto
y en su desigual cosido
juegan tímidos los astros,
Albor trémulo, vespertino
alumbre rojo y dorado
que con pincelado tino
adorna el cielo a arrumacos;
Pronta noche ha arremetido
y ya traviesas las estrellas
a cabriolas de platino
alumbran briosas a centellas,
Es sueño inquieto, paladino
baile bello y orquestado
que a silencios de suspiro
sigue el ritmo acompasado;
Rienda de oro venusino
y glauco fragor suntuoso
que con la mirada expresa
el postrer brillo de tus ojos...