Un niño tenía
un soldado de plomo
y su madre poseía
un anillo de oro.
.
El niño exhibía
su juguete lindo,
ella lo mismo hacía
con su bello anillo.
.
El soldado de plomo
era preferido del niño
y con gran decoro
lo tenía pulido.
.
El anillo de oro
era la preferencia materna
y con mucho aplomo
lo lucía ella.
.
Dos metales distintos
en valor y apariencia,
parecían lo mismo
por extraña coincidencia.
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Distinto sería (no para el niño)
lo digo sin encono,
que de plomo fuese el anillo,
y el soldado de oro.
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Autor: Alejandro J. Díaz Valero
Maracaibo, Venezuela