Es así como el viento raudo pasa
El solitario pueblo abandonado,
Roba el mudo silencio de la casa
Y a la puerta, su llanto desahuciado.
Es así como la amplia lluvia baña
Ese reseco pueblo de algún lado,
Se hincha de agua el solar y lo acompaña
La teja que llora su hilo trenzado.
Es así que la soledad abraza
Con hondo sigilo al pueblo olvidado,
Quieta, Labra la ortiga su coraza
Y se apura el amaranto a su lado.
Y cosechando memorias lejanas
Del árbol de ese pueblo del pasado.
Vi en sus ramas, dos lágrimas hermanas;
Vi en su suelo, mi celaje mojado.