Yo tan corazón inútil,
dando mi alma
a aquel que la abandona,
despreciable en sus manos.
Yo tan ojos inocentes,
evitando ver lo malo
tapando con seda
todos los asperos sentimientos
Yo tan granada a punto de explotar,
abriendo mis auroras
a ese personaje igual,
en busca de lo que no tengo.
Yo tan fuego vivo,
ellos tan hielo pálido,
dejaron una marca sangrante
en mi pradera mental.
Yo era tan hoja débil,
tan universo oscuro
sólo una flor sucia,
hasta que me cansé de serlo.