Lentas llegan las aldabas del tiempo en mi interior golpeando En sus últimos coletazos de vida . Qué mejor excusa Cruzar el día en su horizonte Llevando junto a mi pluma, su nombre . Lento llega la piel de la noche Con su ombligo lácteo y dadivoso Profundo en dolores, por el luto de las flores Y el manjar perdido, en los tonos grises . El reino de las pecas luciérnagas Deja paso a mi vuelo de ave Donde el tiempo, el sueño y su pensamiento Me llevan brisas del deseo A la alacena de sus labios distantes. . Es así que el reloj marca las doce Comenzando mi alma a dictar poemas Y un arcoiris de vida, recorre mis manos Un beso suyo, vence a Neruda Una sonrisa , abre los grifos de la Luna llena