Acaso yazca el cielo sobre ti para adorarte en lejanía
y en el suelo que pisas crezcan las más bellas flores,
pues tras tus pasos florece el misterio y la poesía
y en el olivo canta amoroso el sietecolores.
Llevando la belleza adondequiera que vayas,
medrada tu mirada en el alma mía
y postrados en la verde y florida colina
los sueños de ángeles que tiernos duermen.
Que refugiado en palabras canta una nana
su corazón inocente, vivaz y lacio,
cuyos deseos obedecen a tu mirada avellana,
a hacer florecer la rosa de tus labios.