Por la calle de la amargura
de un pueblo castellano
mil lágrimas rodaron en sus aceras,
mil lamentos escondidos hay en su empedrado.
Por la calle de la amargura
pase de refilón una tarde de verano
vislumbrando en la sombra,
un tiempo de antaño pasado.
Sillas de enea al resguardo
pañuelos negros tapando
pies arañados descansando
risas, lágrimas y lamentos enlutados...
Por la calle de la amargura
quedaron ecos
de las esquinas colgados,
el chirriar de la ruedas suspendido
la mies esparcida por el suelo,
y las moscas revoloteando...
Palabras esquivas
y un gato adormilado
el ladrido de los perros
el llanto de un niño apagado,
por la calle de la amargura...
el silencio y el recuerdo van de la misma mano.
Correjido y mejorado. 22-10-2016