Ahora seguramente hay tumbas
Aguardando desenterrar sombras,
Si bien a uno se le cicatrizan los espejos
En el fondo de cada grieta seguramente
Habrán mundos inundados,
Quisiera volver; aparentemente,
¡Claro! ahora a los cabellos le cayó el invierno,
Y lógico el tiempo deformo las calles,
Así, de intimas han de ser las horas
Agarrada de la mano con los nombres…
Si bien, ahora podemos rendir cuentas
Sobre la mesa, donde las manos se toquen,
Asi, como ese dibujo donde las cortinas bailan
Haríamos que por dentro nuestros ojos choquen;
Pienso que siempre desperté ciego del mundo,
Por supuesto, sordo a veces de cantos y de voces,
Quizá, solo quizás es dolor lo único que siento…
Pero, mira, si estamos en este plan
recuerdo haberte buscado en la noche,
la más clara y la más ausente,
yo soy así, me encaro como las sombras
y huyo hacia tumbas,
pondré mis defectos sobre la mesa
pícalos, descuartízalos, pon la olla
y recuerda incluir tus vísceras,
es la única forma que sé
sabes que te estoy diciendo la verdad…
Bueno, en vista que nos desayunamos
diría que los trenes inician solitarios,
sin marcas, ni los roces que da el viento,
¡no porque cueste el perdón
la lluvia no servirá para aclarar!
Al contrario, sé que después las aves volaran
y de la tierra la vida germinará,
no soy quien para objetar acciones ajenas
en mi todo ha viajado tan lejos
como quien pierde hasta lo absurdo,
si nos sentamos a hablar
y a despegar fotografías
las palabras cortaran nuestras cabezas,
siéntate y hablemos, no desde las rejas
quítale a la piel el candado…