Me halle horate en el afan de la vida, cual tiempo me arrastró en el abismo de la exasperación, Quijote; liberando un afanoso ser del cual se fragmento poemarios y numerales.
Hermosura que se halla solo al ver una hermosa flor, centelleo divino que pasa en el tiempo más remoto; nombre de propia musa, canto de todo poeta, en el resonar de lira, inspira un canto y poema ideal, a tu nombre que ha de nombrar con respeto.
Mujer de hermosa cabellera, que al pasar el Céfiro muestra tu divinidad, tu nombre y beldad son el arpegio en el resonar de la lira.
El somnífero de la vida, tabú ensombrecido del sendero plagado de barreras burlonas, livar el vino ensombrecedor de la vida; nube pasajera que ensombrece la vida misma y me deja en coma.