Dejaré que el viento me traiga
el exquisito aroma de tu fragancia,
que cada susurro del mar sea
como el eco de tu voz.
Detendré el tiempo mientras dibujo
tu mirada en el fulgor del ocaso ,
mientras escribo cada una de tus palabras
en la soledad de mi corazón.
Apagaré el silencio de la noche que nos separa,
envolveré mis anhelos en la magia de tu mirada,
y pacientemente aguardare el momento, para
pintar tu silueta en el umbral de mi alma.
María Pureza García Moreno