rosamaritza

Notas de Vidas (RAÌCES EN LA HACIENDA \"MADRIGAL\")-2-

 

El dìa resplandece entre aroma de rosas y un leve rocìo impregna con su fragancia el jardìn del Madrigal, un gran movimiento de personas que distribuyen mesas y sillas, cubiertas con blancos manteles y lazos en cada silla forradas con telas de seda, algunas color rosa otras color lila, y en el centro del gran salòn el pastel resalta con un ramillete de flores en cada esquina del mesòn. Todos lucen sus trajes para la gran ocasiòn, comienzan a llegar en principio los familiares y asì sucesivamente. De improviso se escucha un hermoso vals y todos admiran el momento en que Adela y su padre comienzan a bailar, la magìa los envuelve en un solo instante, seguidamente un invitado se acerca solicitando bailar con la cumpleañera y asì hasta que familiares y amigos bailaron con Adela. Todos disfrutan de aquella gran celebraciòn entre bocadillos y bebidas la medianoche llego y se escucha un llamado para cantar un felìz cumpleaños, enseguida los invitados acuden al salòn, mientras Adela buscaba incansablemente con la mirada a una de sus hermanas, enseguida Renata advierte su preocupaciòn y fuè a buscar a Jacinta en todo el lugar, al regresar le dice en voz baja a Doña Josefina, cantemos cumpleaños luego te explico madre, mientras Don Fernando logra escuchar y frunce el ceño, Renata de inmediato comenzò a cantar y todos la siguieron olvidando la ausencia de Jacinta por el momento. Entre tanto en un apartado lugar no muy lejos de allì, Jacinta vivìa la mas apasionada historia de amor.

-¿Me amas mi amor, tanto como yo te amo a ti?

-Te amo y lo sabes, y no hay poder entre cielo y tierra que nos pueda separar hasta el fin de nuestros dìas y aùn asì te amarè mucho màs por toda una eternidad.

-Amor tengo que irme o se daràn cuenta de mi ausencia, en poco tiempo estaremos juntos y ya nada nos podrà separar.

Concluida la celebraciòn y despedir a los invitados, se escucha la voz fuerte y grave de Don Fernando.

-Doña Josefina le agradezco traiga a mi presencia a su hija Jacìnta, es necesario hablar con ella ahora mismo

-Fernando agradezco te controles, se trata de nuestra hija es mejor hablar con ella en la mañana, ya se encuentra en su habitaciòn profundamente dormida acabo de verla con mis propios ojos

-Muy bien se harà por ùltima vez como dice usted, en lo adelante serè yo quien pondrà disciplina a nuestras hijas, ya que usted no ha sabido dar respuesta de la razòn o motivo, por la cual una de sus hijas no se encontraba en la casa en horas de esta madrugada. Le agradezco no me dirija mas la palabra hasta que este asunto no quede aclarado.

Y a partir de ese momento la raìz de aquella simiente se viò quebrantada en la hacienda de una familia que vivìa feliz en su Madrigal.

-Adela, Renata tengo algo que confesarles estoy perdidamente enamorada, y esa es la razòn por la que anoche me escape en silencio, no se lo que voy hacer

-Hermana nuestro padre esta furioso, es mejor que guardes silencio o digas cualquier otra cosa menos eso, es capaz de mandarte al convento con las monjas, ya sabes que èl piensa que hasta que la mayor no se case, las menores no pueden siquiera pensar en enamorarse

-Ha dejado de hablarle a nuestra madre, si quieres por el bien de todas incluso de nuestra madre, tu diràs que dormìas por sentirte enferma y yo le dirè que no te busque en la habitaciòn, y Adela es mejor que te cases muy pronto o no se lo que pasarà

-Pero si nuestro padre descubre que le mentimos no lo perdonarà, asì que tienes que dejar de ver por ahora a tu enamorado y explicarle lo que paso en cuanto puedas, y hasta que yo no me comprometa en matrimonio tendràn que esperar, ¿lo haràs por el bien de la familia? 

-De acuerdo asì lo harè aunque me duela en el alma

-¿Y se puede saber de quien se trata?, ¿lo conocemos?

-Por ahora prefiero no revelar su nombre, cuando llegue el momento oportuno toda la familia le conocerà.

Y asì las tres hermanas listas para reunirse en el comedor a la hora del desayuno, contaron a sus padres lo que supuestamente habìa ocurrido, quedando todo aclarado y olvidado. En poco tiempo Don Fernando les anuncia a sus hijas la buena nueva.

-Hijas pronto tendremos visita en el Madrigal, pues un gran amigo miò me ha informado que uno de sus hijos esta perdidamente enamorado de una de ustedes, y vendràn a formalizar las visitas preliminares al compromiso del noviazgo, no me diò el nombre de quien se trata, pero sin duda eres tu Adela, pues es la ùnica en esta casa que por ahora esta apta para el matrimonio. Las tres hermanas se vieron las caras y guardaron silencio...

 

y la vida continua...

 

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