He recogido una flor,
cuando todos sus pétalos seguían intactos,
cuando en cada extremidad
la fuente de su color no se alejó.
He agasajado su hermosura
y me la he llevado guardada en el corazón
para hacerla habitar en mi fortaleza.
La he puesto en el mejor florero adornada
dentro de los límites de mi habitación
para engalanar la pesadumbre
que los días me han donado.
La colmaré a mi flor de esmeros
y tendré cuidado
¡Sería mi desdicha verla marchitar!
La amontonaré de acomodos.
¿Que se huele incitante…?
Oh, si… es la fragancia de su juventud,
la señal de un aire celestino.
\"Todavía pienso que alguien la dejó caer para mí\".