Tal vez realmente no la amo, mujer
esa es la forma que encontré
de nombrar todo esto,
sentimientos y emociones,
remolinos de odio, de soledad,
mi falta de cariño y su abrazo,
el tiempo que muere con sonrisas,
su beldad superficial
que no es tan bella
como todo lo demás de usted,
la grandeza de su presencia,
la armonía de los días buenos,
las batallas que tanto encendemos,
toda esa atracción
del polo opuesto, ¡ay magnetismo!
Su vehemencia y pasión
contra mi desapego,
mi desengaño
contra su felicidad e inocencia,
yo misántropo y usted, ay usted...
Y le confieso que con cada letra
del texto
me doy cuenta
de que en realidad si la amo, mujer