Amor yo quiero un mágico amanecer contigo,
pero arropada entre las fulgurantes cenizas,
concebidas en fogosa pasión dentro a tu averno,
mientras ¡tu y yo! hacemos un gran amor de mendigos,
sedientos en lujurias, y esclavos de delicia.
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Arropada al manto del universo etéreo,
que sirva a la historia, nuestra noche de invierno,
donde tu cuerpo amante sea mi último abrigo,
para que yo pueda trascender hasta lo eterno,
desde el oscuro plano inmortal de nuestros sueños.
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Escuchar gemidos de mi alma en tu orilla,
y al arrullar melodías de cantos felices,
entregarnos a la plenitud de los placeres,
fundidos en dulce embeleso de los seres,
y amanecer de un sol luminaria de caricias,
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Escuchar las avecillas huérfanas, en trino,
y cuerpos los vaivenes de amantes matutinos,
alcanzando la gloria del todo en un instante,
y poseernos con frenesí siendo cautivos,
uno del otro en un nuevo despertar divino.
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Que mi alma blanca no se avergüence a tal castigo
por pertenecer te para siempre ¡amado mío!,
pues tuya soy, ave peregrina del destino,
y tu eres halcón de mis océanos perdidos,
donde nuestras almas se chocaron con el viento.
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¡Quiero amor mío!, un nuevo amanecer contigo,
y donde solo el cruel tiempo sirva de testigo,
de que nunca habrá arrepentimiento alguno,
en tanto vivamos suspendidos sin olvido,
unidos al fuego y emoción de los sentidos.
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Raquelinamor/
Venezuela/2016