Mañana tu corazón viajero
regresará de vuelta
de los hielos del invierno,
buscará el calor de mis labios
mudos por el silencio.
Mañana te tatuaré dos palabras
con un beso en la mejilla,
y pintaré en tus ojos con los míos
lágrimas derretidas
que nos rieguen el cariño.
Mañana fundiremos un abrazo
que nos arrope el alma,
que nos quite el frío...