A esos ojos que me cautivaron...
En horas del
alba tus ojos vi,
curioso de tu presencia
decidí preguntar
¿Esa hermosa mirada de donde es?
Muy espléndida está
La respuesta fue
inoportuna,
sin ninguna brevedad
sobre tu ser.
Inquieto y curioso
volví a indagar
Luego, al ratito,
comprendí tu lugar,
encantado y asombrado,
verifiqué esa
óptica misteriosa y
llena de perspicacia
Qué bonita forma de
iniciar el solsticio,
que manera tan
espectacular de
auspiciar
una jornada
Entre todo esto,
contemplé y contemplé.
Todo en ti; tu maravilloso
cabello de
libre soltura, esas pecas que
difuminaban tu
rostros como cual luz
a las rosas, y esos
pretenciosos ojos color tierra;
que inmovilizaban
si de barita
mágica trataran
Felicidad ¿Qué es?
Hace tiempo un tal Epícuro
dijo que era las
cosas mínimas,
aquello que estaba
en el placer;
generado por las
pequeñas cosas,
pues, así fue
Hermoso instante de
inspiración fortuita,
alucinante tiempo de
tus ojos hipnóticos
Esos dos faros que
cualquier hombre
mortal, soñaría con
despertar cada
mañana, cada tarde,
cada noche...
esos, de cadena fuerte
que nunca
quisiera
desprender...
Wiston Llovera