No es un abejorro ni es un zángano,
tiene una picadura que puede ser mortal,
es mucho más dañino que el tábano,
es un arma secreta de alcance mundial.
Imaginaros un astuto e invencible espía,
que nos localiza donde quiera que estemos,
hay alguien que desde un escondite lo guía,
será imposible que de sus garras escapemos.
El abejorro es de metal,
no tiene cerebro ni corazón,
es un robot que vuela.
Estará al servicio del bien o del mal,
y puede matar con razón o sin razón
mae a quien mate será imposible que no duela.