La nostalgia
tiene siempre
rincones
donde permanece
sin hacer ruido
cuando la felicidad
a medias
reviste las paredes
de tu casa
con demasiadas sombras.
Pero un día
amaneces sin ganas
de afeitarte
ni encender el teléfono
ni mirar el correo
porque sabes
que habrá
una carta o un mensaje
junto a la publicidad
que no quieres abrir
hasta que la pena
deje sitio de nuevo
a la nostalgia
y al leerla
además del dolor
que ya esperabas
hace tiempo
puedas distinguir
adheridas al papel
las pupilas del amor
de un ser
que no se irá
nunca del todo
de tu casa
Carlos.
A mi tío Pepe Luis..y a mi primo cuyos versos están en el fondo del poema.