El silencio de mi soledad me reclama a gritos tu presencia,
el eco de los latidos de mi corazón, cruza el umbral de
oculto de mi alma, ahí,donde esta grabado tu nombre.
Mi deseo por recostar mi rostro en tu pecho
se hace cada vez mas evidente, aun sin importar
que nunca lo haya hecho.
Escuchar su palpitar, dormir con la sinfonía de su latir,
tenerlo todo y nada al mismo tiempo.
Naufragar en un mar vacío, cruzar un desierto de oasis
y de repente despertar abrazada a la calidez de tus brazos.
Latidos del corazón, murmullos del silencio.
Lamentos del olvido, despertar de los recuerdos.
María Pureza García moreno