Duele el pecho, un dolor agudo que traspasa el alma.
A veces me siento perdido, no veo el horizonte, todo me parece oscuro, sin sentido. Las lágrimas son mis compañeras. Oteo al horizonte y solo veo las nubes oscuras que vaticinan tormenta, dolor, soledad y muerte.
Camino sin sentido, el peso me doblega, quiero aferrarme a las certezas, al sentido, mas no sé donde se han ido.
Acudo a mis recuerdos y bebo de ellos tratando de saciar esta sed desgarradora que siento, pero mientras más bebo, más crece el calor que sofoca y quema mi alma.
¿Qué quieres de mí? ¿Qué pretendes? ¿Por qué te ocultas? Parece que mientras más te busco, más te escondes. Estás a mi lado, lo siento, te siento, pero te llamo y no respondes.
La luna oculta su rostro, las estrellas me niegan su brillo, el frío húmedo cala mis huesos.
Me avergüenzo al tener que admitirlo, pero necesito tus caricias, necesito tu mirada, necesito el susurro de tus labios, necesito el calor de tu cuerpo, necesito …..
Juego solo y aún así estoy seguro que perderé.
Las notas tristes de un violín me envuelven en este momento.
Quisiera escaparme al lugar inexistente.
Dormir el sueño eterno que pueda dar paz a mis sentidos.
Dejarme llevar por la corriente silenciosa del río sin nombre y saltar al vacío eterno de la oculta cascada de mis anhelos.
Solo quiero silencio, solo quiero estar solo con la miseria que ahora siento, me siento y beber del elixir amargo de mis tormentos….