Contemplar un triste ocaso
En un triste atardecer,
Sentir el llanto correr
Por tu rostro paso a paso;
Sufrir un fuerte golpazo
Que se parece perder
En el interior de tu ser
Como tremendo balazo;
Sentir que se va la vida,
En un sencillo suspiro
Con la esperanza perdida;
Perder la fe y el respiro,
Oh soledad homicida,
Sólo quedas tú, hoy, que expiro…