Soneto Sáfico
Pleno
Salvaje olor que exhalas por los poros,
mujer, me fija ardientes coordenadas;
renuncio siempre a todos mis decoros...
¡los dejo allí con gusto en tus frazadas!
Y yo me aviento tras de los tesoros,
contigo son mis noches cual iliadas;
en ti me siento egregio en altos foros...
¡las guerras tengo todas ya ganadas!
Tu piel recorro igual que un laberinto,
me atrapa y luego encuentro la salida...
¡fogueado queda a tope nuestro instinto!
Tenemos cada vez mejor corrida,
discreto buena cuenta da el recinto...
¡unidos nuestros cuerpos cobran vida!
JAIME IGNACIO JARAMILLO CORRALES
Condorandino