Buscándote (Soneto)
Mis ojos van buscando tu presencia
mis oídos tu voz, dulce sonido.
¿Donde estarás a qué lugar te has ido?
¡que dolor, a diario, sentir tu ausencia!
Le pido mucho al tiempo la clemencia
de encontrarme tu rostro bendecido
y lleno de emoción, enmudecido
decirte, ¡hola!, fingiendo indiferencia.
Y aquellos besos que tanto he guardado
que han salvado del tiempo, la inclemencia,
al fin encontrarán lo destinado.
Y al ver tu boca fresca y sin pecado
muy osados y llenos de impaciencia
romperán la prisión en que han estado.