Y así me tenías, servido;
Fundiéndome en la forja de tus ojos.
Suspendido de tus párpados
Como un nido que cuelga de una rama,
Como una raíz apretada por un puño de tierra.
Y ahí me quedaba,
Contemplándote;
No sé en cuántas imágenes
Retenidas como instantes fotográficos
En la memoria
(Angustiosos y largos instantes),
En los que tú decidías
Si levantar la mirada
O apartarla de una forma definitiva.