angelillo201

Quemar al hereje

Era el otoño, y en muchos lugares del reino, había hambre, verdadera hambre, y hacia frío, verdadero frío. Y no solo eso era lo único que pasaba en el reino. Entre el populacho se había puesto de moda el rechinar de los dientes, que era blasfemia. Por eso terminaba con la consiguiente corrección de la ley mordaza, popularmente conocida como la santa enmienda. Y todo esto ocurría bajo un ataque el alta intensidad perpetrado por 86 diputados, que estaban contra todos, incluso contra ellos mismos estaban para salvarse de la hoguera. Hubo quien recogió ese rechinar de dientes y se dijo:

que hermosa canción de hoguera, huele, huele, huele, a… ( estuvo pensando el buen hermano a que olía el rechinar de dientes, hasta que le llegó la inspiración) huele a santidad.

Así que decidió rimar la queja para repartirla entre los buenos hermanos que iban a rodear al congreso para quemar a los…

Haciéndose pasar por juglar y bufón, ganándose el aplauso de todas sus señorías, repartía sus hojitas ,llamadas quemar al hereje.

“Ay, empieza el llanto de las rosas,

porque en sus hojas hay nieve.

quieren subir a las ramas,

para ver a un pueblo en el filo de la navaja.

con sus 86 diputados de vuelta de todo,

que huyen de la nieve, para lanzarse al agua,

y que les lleve, que les lleve a puerto seguro,

donde no haya nieve.

Empieza el llanto de las rosas,

con el primer muerto por la nevada.

dicen las rosas:

¿ quién diría que la fina blancura asesina?

! qué suban nuestros escaños al cielo!

A ver si sirven para parar este asesinato.

Os mandamos una corona de rosas a los difuntos

 

paz y bien”

Así el juglar fue muy aplaudido por el populacho,

que le decía:

cuanta razón tiene este payaso.

Pero un enemigo suyo, un poeta llamado Pedro, gritó:

Es socialista. a la hoguera con él.

Angelillo Uixó.