Siento el mundo tan inmenso
en la intimidad de tus brazos.
Como si mediante me apretaras contra ti
estallaran las crisálidas de mil polillas,
revoloteando y reproduciéndose
muriendo embriagadas
en torno a la ténue luz grisácea
que se extenúa parpadeante
en las sombras de nuestros atardeceres
Cuando estallan mi noche y tu día
cuando se besan y se destruyen
y una se somete a la otra.
Como llenas mi mundo de tu luz
hasta cegarme si te impones
Como destruyes mis constelaciones y estrellas
mis monstruos y mis serenas
musas de la noche. Mis elucubraciones metafísicas
mis teorías vitales si mi vida es nuestra
y la tuya es tuya
Exterminas mi noche con tu luz
Apagas las auroras de ese polo norte
que buscan las auroras de ese polo sur
acariciando de colores un inhóspito invierno
Cómo derrites mis febreros
para convertirme en un charco
de barro estéril
por la sal de mis lágrimas
Que me coman los gusanos
y algún día sean mariposas.
De las que son blancas como la nieve
De las que son negras como la noche
Y no de las que matan por dentro