Ayer nada más tus palabras fueron semillas
en surcos abiertos de cielo y nubes blancas,
claras y blandas como racimos de glicinas.
Tiempo otoñal tejiendo rimas en cascadas.
¡Qué suaves y dulces sonaban tus palabras
en esas noches! Palabras mil veces dichas,
mil veces oídas, mil veces calladas…
De tan bellas y dulces sonaban inicuas.
¡Tus palabras, boca y oídos muy juntos
como burbujas de gozos estallaban
derramando miel como de besos ocultos
y toxinas de placer al romper el alba!
Así dulce veneno eran tus recamadas
palabras que con deleite supe beber
¿qué más desearía mi ilusionada alma
que entre tu amor y mi necedad fenecer?
¡Oh palabras extasiadas que supe recoger
Como flores frescas de la rosada siembra!
Suerte de cristales de lluvias del atardecer,
Palabras deslizándose por la blanca ladera.
Llevando a su paso ecos de mis lágrimas.
Palabras derramadas en extrañas mezclas
y dulces aromas que embriagaron mi alma
De palabras estériles… ¡ Larvas infectas!
nelly h
26/10/16
Argentina